diumenge, 26 de febrer del 2017

UN CONTACTO DE AMOR

Hola familias,

Hace ocho años salió la primera edición de nuestro libro "Te Deseo la Vida"... escrito junto a mi compañero de trabajo en aquel momento Saül Ferrón, entrenador y técnico acuático. 

Es un libro escrito desde el corazón a partir de las experiencias vividas durante tres años junto a Lion un niño con holoprosencefalia.

Donde explicamos el mundo de la inclusión de los niños con necesidades especiales, a través de la mirada de Lion.

Por lo que os voy a transcribir un fragmento del mismo en la que hablamos de la conexión y del vínculo que tuvimos que crear para podernos relacionar con el pequeño... no esperéis nada técnico, nada magistral, solo leerlo con los ojos que nos enseño Lion, el corazón.

Aprovechando que estamos trabajando la emoción del amor.


TRANSCRIPCIÓN

UN CONTACTO DE AMOR


Resultado de imagen de un contacto de amor
Nos resulta difícil olvidar los primeros contactos con Lion.
La primera prueba que tuvimos que superar, fue bastante dura:ganarnos su confianza, conseguir que nos quisiera a Saül y a mi.

Todo había sucedido muy rápido, apenas nos conocíamos, cuando hablamos por primera vez de este proyecto y ya estábamos allí los tres juntos, emprendiendo lo que luego resultó ser una bonita historia.

En nuestras primeras sesiones pasamos mucho tiempo conociéndonos, aprendiendo a confiar entre nosotros, porque algo que teníamos muy claro, era que para poder trabajar bien, para ayudar en la medida de lo posible a Lion, debíamos crear un vínculo afectivo entre los miembros que formábamos este pequeño equipo.

Partimos de la premisa  principal del masaje infantil:
"Dos células vivas de un corazón (en nuestro caso tres)comienzan a latir conjuntamente cuando se acercan"

La proximidad con Lion a través de la experiencia sensorial produjo una sincronía importante entre Lion, Saül y yo.

Los elementos más importantes del vínculo y del apego que nos ayudaron a establecer, confianza, afecto, seguridad, respeto y comprensión con Lion fueron:

Primero el contacto ocular, mirar a las personas a los ojos, es uno de los sistemas de comunicación más potentes que existen. Con la mirada aprendimos a saber como se encontraba Lion, detectabamos su alegría, su tristeza, su enfado, su rechazo... con sus ojos nos hablaba constantemente.

Segundo el contacto cutáneo. El tacto es un elemento poderoso y necesario en el proceso de vinculación y apego. Todos necesitamos de ese contacto próximo, hasta que la unión es segura.

Con Lion fue igual, a través de las caricias, de aprender a tocar sus manos, sus brazos, sus piernas, su cara, su espalda y su pecho, fuimos transmitiéndole confianza, seguridad y amor.

Tercero, la voz dulce y cariñosa con la que le hablábamos y le explicábamos lo que le íbamos a hacer, hizo que Lion poco a poco nos fuera reconociendo y sintiéndonos próximos a él.

Los pequeños detalles tomaban mucho más espacio, se hacían mucho más importantes.

Una pequeña mueca, una sonrisa, o incluso un pequeño quejido, en un momento determinado, servían para transmitirnos mucho más de lo que puede hacer una frase.

Este lenguaje creado a través de un contacto de amor, fue creando en nosotros más ilusión, las sesiones cada vez empezaron a ser más productivas, porque nos íbamos conociendo mejor y Lion colaboraba mucho más. Cada vez nos dejaba conocerlo mejor, pensamos que fue entonces cuando Lion nos abrió su corazón.   

Alguien muy próximo a nosotros nos dijo una vez: "A veces las pequeñas puertas, dan paso a grandes habitaciones".

Así lo veíamos nosotros, cada vez que encontrábamos algún camino nuevo que nos acercara, era como abrir una pequeña puerta, para llegar a esa gran habitación que nos suponía la personalidad de Lion.

Había pasado un trimestre, desde que habíamos empezado a trabajar juntos, el tiempo pasaba muy deprisa y en ocasiones no disponíamos del mismo, para llevar a cabo todas las ideas que nos iban surgiendo. A veces nos estancábamos en la progresión que queríamos conseguir para Lion, pero sin darnos cuenta él mismo nos enseñaba una nueva cara que no conocíamos, o nos expresaba su cariño, de alguna forma diferente a la que nos tenía acostumbrados.

Todo en conjunto nos daba una bocanada de aire fresco que nos hacía levantar el vuelo y seguir con fuerzas renovadas.

Durante las sesiones conseguimos crear una burbuja en la que solo podíamos entrar nosotros tres, donde alrededor no existía nadie más. Era un espacio de conexión, de unión, de vínculo y de apego. Era nuestro contacto de amor especia, donde siempre resolvíamos nuestras diferencias, aportando mayor comprensión y respeto.

Solo queríamos transmitirle: "Lion te queremos, queremos comunicarnos contigo, confía en nosotros, te queremos ayudar" 

Vincular a Lion con nosotros a nivel emocional, fue obligarnos a nosotros como profesionales y como personas a establecer unos vínculos de apego y afecto.

Saül e Isabel, aprendimos a conocernos bien, a confiar el uno en el otro, sin cuestionar nuestros sentimientos y emociones, a contener y respetarnos como personas, aprendimos después de tres años y muchas conversaciones a querernos, a ser especiales el uno con el otro, sin forzar ninguna situación y a valorar y respetar nuestras propias vidas.

Pero sobre todo encontramos a Lion que nos enseñó a utilizar el corazón.

Mario Benedetti en su poema Cómplice decía:

"Todos necesitamos alguna vez un cómplice
alguien que nos ayude a utilizar el corazón
que nos espere ufano en los desvanes
que desnude el pasado y desarme el dolor.

Prodigioso, sencillo, dueño de su silencio
Alguien que esté en el barrio donde nacimos o
que por lo menos cargue nuestros remordimientos
hasta que la conciencia nos cargue su perdón.

Cómplice del trasmundo nos defiende del mundo
del sablazo del rayo y las lágrimas del sol
todos necesitamos alguna vez un cómplice 
alguien que nos ayude a utilizar el corazón"





Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada